La controversia del Sindicato peruano de Luchadores

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Único emblema conocido del «Sindicato de Luchadores»

Dentro de la escena luchística mundial podemos encontrar autoridades que fungen de entes rectores de la disciplina. El caso emblemático de la NWA (National Wrestling Alliance) sirvió para ordenar el wrestling en USA a la vez que reconocía a un solo campeón mundial.

En Perú existe un caso curioso ya que sí cuenta, o contaba, con una autoridad conocida como el «Sindicato Único de Luchadores Profesionales del Perú» (Sí, así de largo) cuyo nombre está ligado a más de una controversia. Acompáñanos a conocer esta historia.

La historia del «Sindicato» (para abreviar) se remonta a los años dorados de la época de la lucha peruana, en aquel entonces «Cachascán», donde grandes coliseos reunían a una afición tal que se tenía que retransmitir la función a través de la radio.

Eran los años 60 y la guerra fría polarizaba al mundo, la carrera espacial se aceleraba y «The Beatles» era la banda favorita de nuestros abuelos. Perú vivía una crisis política en el primer gobierno del presidente Fernando Belaunde que sería el caldo de cultivo del golpe militar pocos años después.

Was a hard day’s night indeed

Es en este contexto que surge la figura del Sindicato de Luchadores. Al ser una actividad profesional, la lucha contaba con una estructura similar a cualquier trabajo y se encontraban expuestos a los mismos abusos que encontramos hoy en día, sobre todo en los practicantes.

Para poder defenderse de estos abusos es que fundan un sindicato tal como la ley les permite. ¿Qué es un sindicato? En buen castellano: Es una asociación integrada por trabajadores en defensa y promoción de sus intereses laborales.

Resolución del primer Sindicato de Luchadores

Como cualquier sindicato, tenía una estructura con una cabeza, el Secretario General, el cual era elegido por voto popular de los agremiados quienes pagaban una cuota para afiliarse.

Gracias al sindicato, los luchadores nacionales e internacionales se encontraban salvaguardados de cualquier estafa que algún promotor quisiera realizar sobre uno de ellos. Además de que, por ley, eran los encargados de emitir el pase intersindical necesario para la visa de trabajo de extranjeros.

Cuando la lucha libre entra en agonía entrando los 80, el sindicato se quedó sin agremiados y perdió su razón de existir pues ya no había nadie a quien defender. Y parecía que todo estaba condenado a la extinción.

La aparición de escuelas de lucha y esporádicos eventos llamó la atención de antiguos luchadores quienes salieron de su exilio para ocupar el lugar que, creían, les pertenecía por derecho. Es así que la nueva formación del Sindicato se reorganizaba, con el exluchador Cruz Diablo como secretario general, buscando regular una actividad que ya no era la misma de los años 60.

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El problema que no veían era que ya no existían empresas o promotores de lucha libre, los eventos que pudieran encontrar se realizaban por amor al arte cuya única finalidad era rescatar a la lucha de la extinción.

El mayor escándalo de esta nueva gestión se dio cuando WWE vino a Perú allá por el 2008 y el sindicato puso una denuncia al promotor que los traía por no tramitar el pase intersindical. Tras superar el, digamos, «inconveniente», el sindicato se vio como una organización poco amigable, reputación que se haría más grande.

Luego de WWE le siguieron otras dos empresas peruanas quienes sufrieron en carne propia la rigidez del sindicato, la nueva junta directiva fue aprobada por el Ministerio de Trabajo en aquella época y contaba con el respaldo de la ley para ejecutar sus funciones.

¿Recuerdan cuáles eran las funciones del sindicato? Se supone que se trata de velar por la integridad de sus afiliados. Eso quiere decir que solo pueden apoyar a los luchadores que se encuentren sindicalizados, los demás se encontrarían «desprotegidos» ante una estafa o abandonados a su suerte en caso de lesión, pero lejos de la jurisdicción del sindicato.

¿Cuáles eran los mecanismos para ejercer presión? En cualquier sindicato del mundo prevalece la máxima «la unión hace la fuerza», si un empresario se aprovecha del trabajador, los sindicatos se unen para hacer reflexionar a este señor a base de cuantiosas pérdidas económicas producto del paro.

¿Puede un sindicato cancelar un show? Esta es la pregunta que más de uno está interesado y es porque ya existen dos casos registrados en donde el evento tuvo que reprogramarse. Pero la respuesta es no, ni este ni ningún sindicato del mundo tiene el poder de detener un show o parar una empresa por su solo accionar.

Hasta donde sabemos, el sindicato notificó a las autoridades municipales sobre ciertas «irregularidades» que ellos habían encontrado en el proceso de producción, por lo general la excusa es el pase intersindical para extranjeros. Ya sea por temor al escándalo o porque la ley obliga, estos dos eventos fueron suspendidos por la entidad que brindaba el espacio.

Actualmente el Sindicato ha vuelto al olvido pues no se encuentra reconocido por el Ministerio de Trabajo desde hace bastante tiempo. Y su mayor debilidad es que son personas mayores que desconocen el mundo digital, la diplomacia y la comunicación 2.0 siendo prueba de esto que uno de sus integrantes llegó a atacar a fans de la lucha libre en Facebook.

No se ha sabido de ningún interesado en reactivarlo, pero es poco probable, por no decir imposible, que alguien se anime a realizar un trámite engorroso para proteger a alguien que no tiene problemas y su única preocupación es hacer un show rentable para seguir existiendo.

Somos respetuosos de las leyes, pero hay que recordar que esta no obliga a hacer lo que no dice.